Se trata de las dos «entradas» firmadas por el autor en un texto colectivo («polifónico» lo llamaron los autores) «La formación del profesorado y la construcción social de la docencia», en el que también firman sus entradas correspondientes A. Luis y J. Romero, y F. García.
En la primera de ellas, el autor explica una doble fractura: de una parte, la que se da entre las instituciones de formación inicial del profesorado y los centros de enseñanza en los que se ejerce la función docente no universitaria, y de otra, la que tiene lugar entre dichas instituciones entre sí, considerando dichas fracturas la causa profunda del fracaso de todas los intentos de reforma de la formación del profesorado, lo que no será fácil de superar dado el peso del componente histórico en las mismas.
En la segunda de las entradas, el autor señala la necesidad de establecer puentes intermedios entre la universidad y las escuelas e institutos, con el fin de facilitar el establecimiento de relaciones entre teoría y práctica. A propósito de ello expone su idea de «pequeña pedagogía».
«¿Por qué no se ha reformado «de una vez» la formación del profesorado?» y «¿Son posibles los puentes entre la teoría y la práctica, por todo el mundo demandados, sin pilares intermedios?»
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